sábado, 30 de marzo de 2013

Para el silencio II ( vida detenida)


      Juan Fernández "El labrador"


      Racimos de uvas

      El dulzor me invita
      con su distancia de racimos
      dorados, luego
      hay otro dulzor  denso, a punto
      de inclinarse a la muerte.

      Quisiese  embriagarme, no hallar
      descanso
      ni reflexión
      para  salvarme del delirio
      del zumo,
      sangre,
      médula,
      benjuí,

      del bálsamo,

      y esta piel rota en mí, destila,
      vierte,

      y es que no quiero moderarme,
      quisiese oscurecer
      como las uvas dulces
      y pesadas
      y temerarias con su azúcar.

      Pronto, cualquier gesto sesgado
      se vencerá en la muerte;
      pronto, una diminuta grieta,
      una piel áspera y pasada,
      un grano duro interno enfermo
      germinando.                  

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