sábado, 23 de marzo de 2013

Para el silencio




      Giorgio Morandi


      Contienen

      I        ¿Se deslizará por los cuellos
      la distancia disimulada?

      Puedo equivocarme, creer
      en el signo de una respuesta.

      Puedo seguir siendo
      candidez, simplísimo gesto,
      luz en la loza,
      cuellos resididos.

      II       ¿Y si frotara la pulida
      forma de la quietud y un genio
      oriental y olvidado
      me alimentara de mudez?

      III     ¿Me disolvería en la luz
      lechosa que consigue
      envolver los volúmenes
      hasta incluirlos en la piel
      de la nada?

      IV       ¿Cómo ser sólo estar y sólo
      bulto reflejado
      y sólo nimiedad y sólo
      permanencia fugaz
      en la mirada?

      V       ¿La pesadez sería un brillo
      lunar? 
                No me hundiría
      en ávidos cráteres
      ni me trastornaría
      querer tanto abrazar
      o yo, el abrazo.

      VI       Dejar que las preguntas fuesen
      cayendo al fondo.
      ¿Quién bebería?
      ¿Quién se atrevería a indagar?

      VII    Así,
      empequeñeciendo respuestas,
      volviéndome frugal, morandi,
      silueta azul quizá, tan ocre.

      No pregunto al barro cocido,
      al cristal opaco, la mínima
      porcelana.

      No busco la razón del signo
      en los cuencos:

      cuánto, cuánto polvo

      qué habitual

      qué predecible.










No hay comentarios:

Publicar un comentario