Apenas una ráfaga de viento
sabe mover la niebla
que oculta las campanas del domingo
y hace de su sonido
llamadas fantasmales.
Ella explora siluetas,
y borra perspectivas y te anuncia
sumergiendo a las cosas
en el primer deseo de no ser.
Animal lujurioso:
sólo encontrar la senda
con un lobuno olfato que se excita
si aparecen de pronto los corderos,
¿Qué monstruo acecha el paso de quien viaja?
¿Qué precipicio oculta con sus plumas
acuosas?
Todo te pertenece,
hoy todo es un festín, está cediendo
la piel de la materia en tus mandíbulas
y nada se endurece
ni despierta.
Me deja sin historia
el reino que me ofreces.
Antes quiero vestirme de la niebla
y preparar mis labios
al peligro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario