domingo, 17 de noviembre de 2013

XXVI De libros ( El gato sobre el árbol)




      Mujer sobre mí misma 

      Me inclino sobre mí y descubro mis pechos, 
      expectantes crisálidas, 
      y mi vientre se curva 
      conteniendo ese lago de las cajas cerradas: 
      Un misterio, sus peces. 

      Y llego con mis labios-besar-a mis rodillas, 
      abrazando mis piernas con mis brazos, mis dedos, 
      estrechando mi cuerpo hasta reconocerme, 
      escuchando mi nombre en mi tibia textura. 

      Si me recojo en mí 
      no es porque yo desee perderme en el olvido, 
      en la piedad mezquina de contemplarme a solas, 
      sino que quiero, busco retener, un instante, 
       lo que es ajeno a mí, 
       lo que por mí se goza, 
       se adueña de mi vello, de mi aliento excitado 
       hasta acercarse, lento, al núcleo del misterio, 
       sumergiendo en sus aguas mi corazón anfibio.

      Eso que me posee y no puedo nombrarlo.

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