sábado, 29 de diciembre de 2018

DE INVISIBLE EN LA PIEDRA




      RUBÍ

      Cuando besé a mi madre en la mano
      el día de su muerte,
      la talla princesa del rubí
      de su anillo se había alisado.

      Eso debe ser dejar atrás
      la rigidez, la vigilia, el llanto:
      limadas las aristas,
      desgastados los bordes
      y cada vez más blanda
      la dureza.

domingo, 23 de diciembre de 2018

De CIELOS DE TOLEDO, foto apropiada

Fotografía de Ricardo Martín

    Qué raras las visitas, a veces.

    Suelo habitar un frío de escarcha
    matinal y un sol escurridizo
    como pelo de pez en las aguas
    de invierno.

    Suelo comprender a los gorriones
    durísimos:

    de mineral su breve plumón
    cuando hay peleas por una miga
    helada.

    Suelo hablarle a enero de Castilla,
    del misterioso calor del árbol
    junto a un banco, al sol, el sol con branquias,
    al solecito.

    Pero de  pronto hay una mañana
    de palmeras de nieve.

    Nevó toda la noche
    y jamás es triste esta visita
    aunque cubra en los países altos
    lápidas y traiga despedidas.

    Una sorpresa aquí,
    casi un regalo…Mira las huellas
    de las patitas de los gorriones,
    ¿o son los niños?

    ¿Viste palmeras en la ciudad?

    ¿Y cuánta nieve crees que cae
    sobre los muertos?

domingo, 18 de noviembre de 2018

Las fotos que no están en LA MIRADA ESCRITA



      Fotografía de Ricardo Martín


                        Estás esperando a volverte niña insumisa otra vez para desordenar el otoño y su melancolía.

viernes, 12 de octubre de 2018

Del libro inminente: LA MIRADA ESCRITA



De Ricardo Martín



      De pronto, un mediodía de junio
      se despierta
      en los barbechos, en las cunetas,
      abre sus vainas de ala de efímera
      y le hace cosquillas en la boca
      a la hija de la primavera.

domingo, 23 de septiembre de 2018

De ENTRA UN VIENTO DE OLOR CIRUELA


      Resultado de imagen de la habitación roja matisse


      La habitación roja

      Extraña
      al pasaje del equinoccio
      en los almendros, a la curva
      de la mañana en las paredes,

      distanciada,
      arropada con el tejido
      denso del secreto de flores
      bajando para contener
      el frutero, la nitidez.

      Me pierdo en la forma
      de las ciruelas amarillas
      rodando en la mesa.

      (Un don encarnado ilumina
      internamente el equilibrio)

      Y soy yo,
      bisbiseando a los licores,
      repartiendo calma a las frutas,
      quien aleja voraces dientes
      de este día… nada
      se precipita al fin del gusto,
      nada abatido de las sillas
      de enea.

      Sentaos en la luz, les digo
      a los fantasmas.

domingo, 16 de septiembre de 2018

De LA MÚSICA DEL FUEGO


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      Instinto en la serenidad

      He conducido el elefante a la caza del tigre,
      hasta su guarecido bebedero, hasta las crías
      que jugueteaban con un ratón. Entre dos luces,
      cuando los pájaros de nerviosos nombres alertan
      a los monos que pestañean como adolescentes
      insensatos.

      He conducido el elefante a la caza del tigre
      por un territorio intratable que siempre me niega
      abanicos, plumas de marabú, de señoritas
      que capturan el tesoro de un hombre delicado,
      maduro, fiel, un rasurado gentleman discreto.

      ¿Por qué no puedo resistirme a salir, distanciarme
      de la casa que guarda un jardín donde los amantes
      no piensan en las pupilas amarillas del horror?

      Tú te quedas relatando las historias de Krishna,
      el seductor de piel azul, el Adorado, y Ella
      se adormila en tu voz, intima en tu voz, se abandona
      y en secreto te confunde con una melodía
      que baja
      lastimándola desde la noche de la evasión
      imposible.

      ¿Por qué no desisto de las huellas del tigre y vuelvo
      mientras el animal no me lame con sus colmillos
      y descincho al elefante para que ramonee
      tallos de primavera, y dejo las armas y vuelvo
      a tu lado, a la conversación femenina que Ella
      acompasa bajo tu voz de cazador nocturno?

sábado, 1 de septiembre de 2018

LA MIRADA ESCRITA

Así se titula el nuevo libro... que ni aún está a la venta... recién salido y con olor a libro asombrado con el aire.
Es un lujo, una alegría más bien, volver a colaborar con el fotógrafo y amigo Ricardo Martín García, (después de doce años con Cielos de Toledo) y una preciosidad elegante y bien diseñada el propio volumen editado por Cuarto Centenario. El prólogo de  Antonio Basanta es certero y lúcido.

Esta es la portada:

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 Y a modo de pequeño bocado de emoción una de las fotos con su poema






      Mira la casa:
      sus ventanas abiertas, negras,
      a punto de una quebradura.

      Quedan jirones de cortinas,
      las patas de la mesa, andrajos
      de un mantel con cubertería
      incoherente y sólo un plato.

      Como ese espacio más querido
      al que renuncian las arañas
      cuando llega el otoño.

      Vulnerables arañas
      de Alepo, hermosas, aplastadas
      arañas de Palmira.



jueves, 23 de agosto de 2018

De EL ESPEJO DEL VIENTO


De Robés


    El humo antiguo del deseo
    conversa
    con el calor.

    Un misterio femenino flota
    entre los abanicos.

    La respuesta sagrada
    recorre esa materia de humo,
    tiene los ojos de quien vive
    creyente,
    son ojos de mujer,
    ojos de madre que rescata
    al hijo muerto de la muerte,
    lo desclava
    y lo acuna,
    lo abanica,
    le da en el corazón
    para que mueva su regalo.

    ¿Qué importa ahora el tiempo
    que carece?



La historia de este libro catálogo es curiosa: El fotógrafo Robés ofreció a la entidad pública en la que yo trabajaba (hace tiempo) la oportunidad de una exposición con catálogo incluido. Dicha exposición nunca llegó a realizarse pero quedó el precioso libro. Me ofrecí para escribir los textos que acompañaran a algunas de las imágenes aunque, por escrúpulos éticos pues trabajaba en la misma entidad que los publicaría, aparecí con seudónimo: Nairam Casir ( anagrama de Marian Ricas). Sobra contar lo demás.
el espejo del viento: robes: fotografo (arte e imagen, nº 15)-jose antonio robes-9788477882787

domingo, 5 de agosto de 2018

De FANTASMAS Y CÁLAMOS






      En el jardín


      Una dama que pasea cuidando
      que sus pies no se mojen
      y levanta con elegancia
      su cabeza por observar
      el paso de las aves hacia el Sur.

      Lee los signos,
      oye a lo lejos el estruendo
      de la tormenta como una invasión
      que hubiese ido ganando poco
      a poco su dominio de calmada
      clausura.

      Susurra: lloverá muy pronto,
      y volverán a agitarse sus labios
      con el temblor de una palabra
      que no es suya, que ha madurado
      donde el agua prefiere
      amar el rostro que ella presentía.

      Ahora la vemos disimulando
      el nerviosismo,
      lee las señales en el aire húmedo
      y susurra: sé que vendrá.

      Camina despacio, nada parece
      acecharla
      pero su soledad
      se prepara para la bienvenida.

jueves, 26 de julio de 2018

De SALIR DE UN HOPPER


      Resultado de imagen de habitaciones junto al mar hopper

      Habitaciones junto al mar

      Siguen ahí,
      con su luz invisible bajo
      esta luz que arde.

      ¿Recuerdas
      que éramos eternos el día
      de los tobillos en el mar?
      Sólo nosotros divisábamos
      cómo llegaban
      y nos favorecían
      y su olor en la piel estaba
      de nuestra parte.

      Ellos se quedaron, lo sabes,
      aunque abandonáramos
      la intensidad de los segundos,
      la casa con los niños
      que fuimos, el breve tesoro
      del día interminable.

      Siguen ahí, ahí, ¿los ves
      desde esa irisación
      únicamente suya?

      En el trasluz,
      donde los dioses suelen
      repetirse con hambre,
      burlarse de los muertos
      que añorábamos.

viernes, 6 de julio de 2018

De El espejo del viento

La historia de este libro catálogo es curiosa:

El fotógrafo Robés ofreció a la entidad pública en la que yo trabajaba (hace tiempo) la oportunidad de una exposición con catálogo incluido. Dicha exposición nunca llegó a realizarse pero quedó el precioso libro.  Me ofrecí para escribir los textos que acompañaran a algunas de las imágenes aunque, por escrúpulos éticos pues trabajaba en la misma entidad que los publicaría, aparecí con seudónimo: Nairam Casir ( anagrama de Marian Ricas). Sobra contar lo demás.




      ¿Quién distingue la densidad
      del tacto?

      Dime qué diferencia se halla
      entre la huella de la flor
      y su perfume.

      Cuando el lienzo escapa, un reflejo
      se reúne, se fortalece
      y el recuerdo recobra
      lo perdido:

      rastro del giro vuelve
      transformado en el muro,

      fantasma de moler regresa
      y se posa en el encalado
      como un pájaro negro,
      sólo negro por abrazarse
      al blanco.

      Dime que ese pájaro tensa
      sus alas
      y se yergue para volar.
      Dime que vuela.



sábado, 16 de junio de 2018

de CIELOS DE TOLEDO

Vuelves a este libro porque... un nuevo proyecto  precioso con Ricardo Martín ¿será posible?





      ¿Qué traen
      las flechas
      de la mañana?

      ¿Qué vuelo
      inician
      en la mañana?

      ¿Qué amor
      pagano
      con la mañana?

      ¿Regalan algo
      o sólo escapan?

      La flecha quieta
      pregunta
      al cielo
      de la mañana.

domingo, 6 de mayo de 2018

de CIELOS DE TOLEDO

Foto de Ricardo Martín García



      Aunque ésa sea la distancia
      que requiere el silencio
      de la ceniza

      preferirías creer
      que el ícaro de tus pulmones
      aún no se ha precipitado
      desde su privación

      y se dirige en llamas,
      feliz venablo enamorado,
      hacia las llamas.

sábado, 21 de abril de 2018

De ENTRA EL VIENTO DE OLOR CIRUELA...



Rayo de sol. Matisse



                 Rayo de sol

      La culebra en el matorral,
      despertando a los escondidos,
      no atiende a lágrimas del mármol
      o si cuelgan de algunas ramas
      muertos invisibles. Sisea,
      rumorea detrás del ibis
      que grita, sagrado, asombrándose
      de verse zancudo en el agua.

      Ahora
      toca vivir después de todo.
      La culebra
      se desliza entre la aflicción,
      entre las esmeraldas.



viernes, 6 de abril de 2018

De EL CRETENSE


Resultado de imagen de el greco: RETRATO DE DAMA CON FLOR EN EL PELO
DeL GRECO








La versión de PABLO SANGUINO








Retrato de dama con flor en el pelo


El sosiego solapa
una mirada melancólica.

¿Qué trae el día aderezando
mi pelo con el disimulo
de la fugacidad?

¿Qué trae el día sino flor
momentánea, flor
de buen gusto para sentirme
ajena a un don feliz
pero escondiendo la aflicción
bajo el encaje?

La mirada firme señala
una trama entre  el inicio
del día y algo al lado, amado,
concluyendo.

Se acerca el pómulo a la flor,
las cejas largas del retrato
recorren la raíz
de los secretos

y  la flor,
a punto de enlaciarse,
es el día,
la reflexión callada,

porque nada del dolor sale
a la evidencia, nada
estremeciéndose grosero,
nada que grite.


lunes, 19 de marzo de 2018

De Jardín al mar



      ¡El mar te está esperando con su tibia
      música!

      Las dedaleras lo han oído
      y vierten una gota de veneno
      en cada recuerdo agotado
      por la sal.

      ¡El mar te está llamando en el olvido
      de un corazón y de una lágrima!

      Va subiendo
      y nadie lo contiene ni lo aprecia,
      va subiendo y hay  una luz
      que balancea todo en su cintura.

sábado, 3 de marzo de 2018

DE INVISIBLE EN LA PIEDRA

(Acaba de abrir los ojos este libro, acaba de ponerse a caminar)

      LAPISLÁZULI

      Una oscuridad de lazurita
      nutre el espacio de mi cielo estrellado.

      Salgo de la casa,
      camino y no me haces compañía;
      sé que no te importa el azul ultramar
      que Fra Angélico elige para los mantos
      virginales o que ayer murió John Berger
      y cómo inventaré otras lecturas
      emocionantes.

      Salgo con los últimos hilos nocturnos;
      por La Sisla se acercan caballos
      de calcita: claros, aire rebosando
      promesas, y fríos, tan fríos de enero
      que los prunos salvajes aún
      no enseñan las yemas impacientes.

      Camino y nunca estoy a tu lado.
      La luz que hace posible la vida y lo visible
      es una frase que recuerdo de Berger
      en este instante
      y es cierto que la luz zarandea todo
      para que la belleza me mire;
      lo aprendí de su palabra y sonriendo
      con la sonrisa de Ene,
      que tiene fragmentos de pirita
      pero ella no está.

      Hace cientos de años, desde el valle
      de Kokscha
      vino la piedra de los techos de Giotto
      o de los ropajes de una madre
      desvanecida por el dolor
      en el Descendimiento de Van der Weyden.

      El color de mi cielo estrellado.

      No hace falta levantar la vista
      o pronunciar las frases definitivas.
      Ahora, lo azul abierto quema
      lo oscuro, centellea…
      ¿Sabrías acercarte
      sin arder?