¡El mar te está
esperando con su tibia
música!
Las dedaleras lo han oído
y vierten una gota de veneno
en cada recuerdo agotado
por la sal.
¡El mar te está llamando en el olvido
de un corazón y de una lágrima!
Va subiendo
y nadie lo contiene ni lo aprecia,
va subiendo y hay una
luz
que
balancea todo en su cintura.
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