domingo, 23 de diciembre de 2018

De CIELOS DE TOLEDO, foto apropiada

Fotografía de Ricardo Martín

    Qué raras las visitas, a veces.

    Suelo habitar un frío de escarcha
    matinal y un sol escurridizo
    como pelo de pez en las aguas
    de invierno.

    Suelo comprender a los gorriones
    durísimos:

    de mineral su breve plumón
    cuando hay peleas por una miga
    helada.

    Suelo hablarle a enero de Castilla,
    del misterioso calor del árbol
    junto a un banco, al sol, el sol con branquias,
    al solecito.

    Pero de  pronto hay una mañana
    de palmeras de nieve.

    Nevó toda la noche
    y jamás es triste esta visita
    aunque cubra en los países altos
    lápidas y traiga despedidas.

    Una sorpresa aquí,
    casi un regalo…Mira las huellas
    de las patitas de los gorriones,
    ¿o son los niños?

    ¿Viste palmeras en la ciudad?

    ¿Y cuánta nieve crees que cae
    sobre los muertos?

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