sábado, 27 de junio de 2015

Del libro: ENTRA UN VIENTO DE OLOR CIRUELA..




      Retrato de Lydia Delectorskaya*



      Cuando se ha probado la granada nativa
      del fracaso –primero fresca
      luego paladear su oscuridad fibrosa-

      y  la costumbre es su perfume
      -aliento que lesiona según aletarga-
      y se va dejando por las plazas un rastro
      que no se sabe si recuerda
      a  una pesadilla,
      a la exquisitez,

      tú contemplas mi pelo verde
      -cierto matiz que da la sombra-
      intentando encontrar brillos de insumisión,
      rasgos en mí que te revelen
      tentativas del ave fénix, conjeturas
      de un renacimiento.

      Esa que miras, esa que aparenta agrado,
      esa que advierte, en el dolor de quien camina
      palpando las paredes,  genealogías
      de la vergüenza y se estremece
      y busca la más inapropiada palabra
      balsámica… yo, la que miras,

      ¿sabrá responderte
      sin que afloren hebras
      que zurcen el fracaso, hebras de olor que asoman
      desde la derrota?

      Y el lado encendido,
      alimonado, de mi rostro,

      ¿sabrá mentirte tanto que nunca descubras
      el jardín de mis hijos sordos y vencidos?


      *Matisse

No hay comentarios:

Publicar un comentario