sábado, 30 de noviembre de 2013

DE LIBROS XXVIII (Diario secreto de M.H.)


      "Puede llegar envuelto en la niebla que él mismo crea...” 


      Apenas una ráfaga de viento 
      sabe mover la niebla 
      que oculta las campanas del domingo 
      y hace de su sonido 
      llamadas fantasmales. 

      Ella explora siluetas, 
      y borra perspectivas y te anuncia 
      sumergiendo a las cosas 
      en el primer deseo de no ser. 

      Animal lujurioso: 
      sólo encontrar la senda 
      con un lobuno olfato que se excita 
      si aparecen de pronto los corderos, 
      ¿Qué monstruo acecha el paso de quien viaja? 
      ¿Qué precipicio oculta con sus plumas 
      acuosas? 

      Todo te pertenece, 
      hoy todo es un festín, está cediendo 
      la piel de la materia en tus mandíbulas 
      y nada se endurece 
      ni despierta. 
      Me deja sin historia 
      el reino que me ofreces. 
      Antes quiero vestirme de la niebla 
      y preparar mis labios 
      al peligro. 

domingo, 24 de noviembre de 2013

XXVII De libros (Si ella nos mira)


Vanessa finaliza el retrato*

Resbalarías
con una delgadez que necesita
la gravedad de un pañuelo de roca,
de una falda de roca
añorando la infancia bajo el cieno.

Crece el río en el mes de marzo,
duda la dama de azules mejillas.
Es el año invernal que persistió
en la pereza del cisne del Ouse.

Es el pasado
mientras posas vestida con la ropa
de nuestra madre Duckworth,
y en el óvalo de tu rostro incluyo
premoniciones
de una mujer que llega al mar cantando
después de hacerse un barco con el agua.

Impregno el pincel de color salino
porque el año de tu viaje sea
la biografía de una de mis hijas
que se asemeja a ti.

Tú, mi contrincante, mi desviada
luz, mi lienzo que ama frutos infieles,
mi omega, garza
que se niega a comer.

Sólo se aquieta
hablando en un idioma isabelino. 

Después no sabe hundirse cuando muere.

* Retrato de Virginia Woolf realizado por  su hermana Vanessa Bell.c 1912

domingo, 17 de noviembre de 2013

XXVI De libros ( El gato sobre el árbol)




      Mujer sobre mí misma 

      Me inclino sobre mí y descubro mis pechos, 
      expectantes crisálidas, 
      y mi vientre se curva 
      conteniendo ese lago de las cajas cerradas: 
      Un misterio, sus peces. 

      Y llego con mis labios-besar-a mis rodillas, 
      abrazando mis piernas con mis brazos, mis dedos, 
      estrechando mi cuerpo hasta reconocerme, 
      escuchando mi nombre en mi tibia textura. 

      Si me recojo en mí 
      no es porque yo desee perderme en el olvido, 
      en la piedad mezquina de contemplarme a solas, 
      sino que quiero, busco retener, un instante, 
       lo que es ajeno a mí, 
       lo que por mí se goza, 
       se adueña de mi vello, de mi aliento excitado 
       hasta acercarse, lento, al núcleo del misterio, 
       sumergiendo en sus aguas mi corazón anfibio.

      Eso que me posee y no puedo nombrarlo.

sábado, 2 de noviembre de 2013

De libros XXV (Hermes. 1995-2005.Poesía en Toledo)


Adelina Esteban publicó repetidas veces en la revista Hermes.Todos sus poemas tenían como referencia el maravilloso libro: FOTOGRAFÍA. Royal Geographical Society. 150 años de expediciones. Ella, Adelina, es mi espejo.






      Casas de piedra en Dunkat, en el valle Spiti del Himalaya. Sobre1870 

      Donde la hierba apenas tiene un nombre 
      y las únicas flores pertenecen 
      a coronas de hielo, a los Aditya; 
      donde la piel se seca y se confunde 
      con el color del barro o las boñigas 
      de ovejas aceradas por la altura; 
      donde las rocas aman los glaciares 
      y se envanece un mundo fragmentado 
      pero se hace cristales y se alisa, 
      es absurdo pensar que moriremos. 

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      Y el texto que María Muñoz publicó sobre estos poemas:

        VERSOS DE LA DIOSA DEL ÓXIGENO
        o
        FORMAS DEL ARBOL QUE AGRADECE LOS SALUDOS

        “Junto a tu lado pasa con andar / de futuro esperándola sumiso”. Juguemos a conjeturar por descubrir la imagen del recuerdo: ella es altiva y concluyente en su elemento. Cadencias de ligereza, conformidad… “Viviremos del aire, / en una lágrima, / en un aturdimiento”; pero ¿qué hecho satisface la contemplación?, ¿qué, no usurpa el espacio? Un sortilegio aúpa la materia donde el mensaje late con fuerza de reclamo.

        Todo parece accesible a un mundo que precipita su huida o la gloria deliberada de la belleza. 

        Busquemos esa respuesta al instante de claridad de un imposible en la mirada evocadora del relato. El rastro ágil, voluptuoso, de una escritura portadora de confianza ha puesto en colisión los referentes de lo cercano y un modelo personal de significar. 

        Nada altera el curso de los acontecimientos, las palabras nos vienen dadas junto al sentido de las cosas, anudan el tiempo y su núcleo de percepción, son mediadoras y sus efectos preceden a las causas en el concierto del orden de la propia memoria. 

        Llenas de revelaciones, las palabras conforman su entropía en un horizonte que jamás disminuye. La creación como destino es una particular experiencia humana.

        En términos de pensamiento es una realidad; también un acto consecuente pues instaura vida, conecta afectos o rememora lo sensible. Quizá sea un rasgo derivado del entendimiento, un logro del ánimo frente a lo sublime y lo bello; la estética despliega los límites, cifra lenguajes, interpreta silencios… de algún modo nuestros paraísos son una invención formal, vuelos de la imaginación con su naturaleza eterna.

        Avanza la conciencia en la frase infinita y emerge lo vivido en toda su extensión y, más allá de la hermosura del viento o las mareas, otra singladura bordea la tierra y su tono salado: “Donde las rocas aman los glaciares / y se envanece un mundo fragmentado / pero se hace cristales y se alisa, / es absurdo pensar que moriremos”.

        Así camina este ejercicio liberador y polifónico del poema. Descarga semántica, identidad, frescura; ritmos como respiraciones que aceleran el momento preciso de la instantánea el corazón y su música. Y un despertar de la presencia en estas secuencias justificadas, fórmulas del sentimiento deslizándose.