Supuesto retrato de Emily Dickinson, adulta, con Kate Scott Turner:
RECORDANDO
A E. D.
I shall not live in vain,
me murmuró vestida con el blanco
del momento de adiós, de algún
papel
extraviado que a nadie preocupa.
Cómo me reconozco en su inclinarse
hasta el silencio del último día
de verano,
cuando me dijo que estuvo
escuchando
el grito de los patos en el río
y luego hubo un momento
donde creer en el futuro fue
terrible.
Cómo me parezco a su doble vida
de vela secreta para un amante
que no volvió su cabeza ni dijo
“aguárdame”
y el jardín descuidado de los niños
que ya me ven más vieja que sus
madres.
I shall not live in vain,
me murmuró alcanzando la virtud
de lo invisible.
Ella ayudaba a un petirrojo al
nido,
yo acerco caracoles
otra vez a sus hierbas.
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