domingo, 7 de diciembre de 2014

Del libro FUERA DE SÍ LA ROSA











      Pues verte sonreír  como Isadora baila
      es la escenografía
      del preludio.
      Te descalzas los pies, te cuento que hay un bosque
      y ya no sé qué hablamos.

      Me olvido de tu gesto
      masculino;
      deseara ser hombre para enviarte ramos
      perfumados
      con un líquido malva.

      Tu boca se hace elástica igual que la cintura
      de Isadora:
      cada giro más blando,
      y la música en todos los besos que quisiera,
      transforma en natural
      el acercar mi mano
      hasta tus labios, introducir dos dedos,
      acariciar la parte
      rosada de tu boca,
      dejando a mi muñeca
      aprender de la danza.

      Pues pretendo ser tú,
      saber cómo resbala tu sonrisa a tu pelvis;
      que me dejen muy sola
      y entrañada por ti,
      tomando la armonía caliente de la música
      cuando Isadora baila
      y la convierte en peces.

      Volviendo a sonreír
      esa danza
      -donde sabes-
      se eterniza
      abriéndose y abriéndose.

1 comentario:

  1. … quien la hubiera podido ver danzar y, más fotografiarla.
    Lo poco que de ella sé, la película, me gusto

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