Una luz loca zarandea el mediodía.
¿Lloverá? , me preguntas
Yo sólo sé que las mujeres de la magia
cabalgan hoy.
Juegan con la aguja de la torre, abrillantan
fachadas, cantan para la aspereza, juegan
para los tristes de la ciudad, los mudos,
los apagados.
Las mujeres de la magia montan caballos
de agua.
Y hay que hablar más alto, más aprisa, la luz
sopla en tu pelo, viene del mar, del mar
que nunca vimos.
¿Reirán las mujeres?, me preguntas
Yo sólo sé que bailan sobre el fuego. Vuelven
a esta ciudad
que cubrió con ceniza sus bocas paganas.
Aman a la ciudad, la traen de la sombra,
del murmullo incensado de la muerte.
La luz nos equivoca…
¿No ves a las mujeres
bailar en los tejados,
pacificar hogueras?
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