- Allegro
Sin flores preferidas
para elegir qué es justo,
veraz o atenuante de un castigo.
Alegremente
se sombrea la playa de sus párpados,
carmín urgente y rojo
y tactos de un perfume
detrás de las orejas.
No selecciona ropa
ni distingue colores
que ofenden al buen gusto...
Con el azar
se viste, se imagina
y especula y da un salto.
Alegremente
se encuentra con su amiga en las orillas:
habla de la tristeza y de los muertos,
y se asombran aún,
hallan tesoros.
La insensata inocencia de los sábados
cambia su pesadez
en la ligera forma
de carecer de puntos cardinales
que la razón precisa.
Y alegremente sale de su casa
bordeando el castigo
a su vaivén.
Ignora
lo que sabe del odio
y alegremente anima a la mañana.
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