sábado, 20 de octubre de 2012

6 SUELTOS 6

      Breve historia siempre

      Ella

      Lo vi marcharse
      como de costumbre;
      me sonrió  desde la calle
      con su sonrisa
      besada.
      Un cosquilleo de humedad
      jugueteaba aún
      en mis labios.

      Él

      Te miro blanca al irme;
      todavía escucho la canción
      de tu cuerpo.

      Ella supo  que ya no volvería a reconocerlo en su nombre, en su vientre, en la razón
      de su cordura.

      Él se despidió  en esa mañana sin retorno: no soportaba adivinar que pudiera llegar el día de la indiferencia, de la amabilidad sobre el hastío. Ah, te amo tanto que nada respira si te amara menos.

      Lo encontraron sin vida.

      Ella sintió, de pronto, otra vida  fantasma habitando su delirio.



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