- "El terrible relato de Jonathan me desconcertó tanto que anoche no tuve
ánimos para escribir."
Delgada frialdad de madrugada
cuando el esposo advierte
el asma como piedra de la ausencia…
Podría regalarle una sed negra
o verter levadura
en su agonía,
sin embargo, sostengo con cristales
su estertor
-es estertor el tiempo que no es ansia-
y el sol se multiplica sobre el vidrio
reduciendo su mundo a un parpadeo
cuando la madrugada
me llama a la obediencia de tus labios.
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