- Viento en la noche
Como aliento de un pájaro sagrado
que espera la infancia de los durmientes
y se desliza
sin enemigos,
reconociendo calles, direcciones,
sabiendo todo, todo de tu vuelta…
Lo invitas a llegar hacia tus brazos,
desabotonas
tu chaqueta,
tu infantil inquietud porque la noche
fuera una ciudad de plazas salvajes,
el disimulo de los asesinos.
Lo invitas a llegar hacia tus brazos
y es la desmesurada resistencia
que te buscó
para bailar contigo la invisible alegría.
No hay nadie que te observe
igual que si, entregándote al amor,
cabalgaras un pájaro sagrado,
y gritando,
volcando papeleras,
haciendo de tu voz la garza negra
que camina los lagos de la noche,
murmuraras al lado del amor
flores de viento,
flores que os regaláis sin timideces
si algún día
él no tolera más de la tristeza
y te invita a morir hacia sus brazos.