domingo, 16 de septiembre de 2012

1 SUELTOS


      El campanario de Doncellas
      equilibrado con el cielo
      y una cornisa de las nubes
      frías…

      Dos frisos de azulejos ele_
      gantes en el muro cercano
      no olvidan
      la lentitud para cocerse
      ni esa otra lentitud
      de un arquitecto demorándose
      en los detalles.

      Un vino sosegado
      el día
      como un tapiz ni melancólico
      ni alegre,
      como un gato aquietado:

      recoge y guarda
      todo el calor y la memoria
      del silencio.

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