Uno de los dibujo de Jesús García que aparece en el libro |
Fruta en sazón
A tiempo para
estar junto a las sabias
hechiceras
que distinguen
tegumentos
creciendo y
estirándose,
cubriendo mi
semilla.
A tiempo,
desde el cambio
de una
temperatura que propicia
la
desorientación
de los sentidos,
sabores
luminosos
de no decir que
no cuando se acercan
las serpientes.
Temperatura
del agua
destilando
sed, más sed
porque el amor
al fin se queda eterno,
secreto a la
manera
de intocables
gestos
de una persecución.
A tiempo,
con las madres
peinándose las
lunas,
sosteniendo
las infieles
caderas de sus hombres,
los rostros
de sus hijas
en ansiosas
miradas,
en manos
atrevidas.
A tiempo,
viva, viva,
luego que se
volara
la flor tras los
primeros abandonos,
que se volara el
agua
tan fácil de
apagar.
Ahora,
completa de un
amor
definitivo,
a tiempo en el
pecado,
en el
ofrecimiento
de la rama
doblándose a los labios,
yo misma ese
pecado,
hecha pulpa y
sabor, hecha de carne.